En un dramático desarrollo durante la cumbre anual del G7, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, han anunciado la firma de un crucial acuerdo bilateral de seguridad. Este pacto, diseñado para fortalecer la capacidad defensiva de Ucrania frente a la invasión rusa en curso, llega en un momento crítico tras el reciente bombardeo que devastó la ciudad de Krivói Rog, cobrando la vida de al menos nueve personas e hiriendo a decenas más.
Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, destacó que el acuerdo no implica el despliegue de fuerzas estadounidenses en el conflicto, pero sí incluirá un aumento significativo en el suministro de armas y asistencia estratégica a Ucrania. Esta decisión subraya el compromiso de Washington con la estabilidad y la seguridad en Europa oriental.
El bombardeo en Krivói Rog, la ciudad natal de Zelenski, ha intensificado la urgencia de la situación. Las imágenes impactantes de los esfuerzos de rescate muestran a equipos de emergencia sacando a víctimas de entre los escombros, mientras el presidente ucraniano insta a las potencias occidentales a reforzar el apoyo militar. Zelenski subrayó la necesidad crítica de sistemas modernos de defensa antiaérea para proteger a los civiles y las fuerzas ucranianas de futuros ataques.
La firma del acuerdo bilateral entre Biden y Zelenski es un paso significativo que, según Sullivan, “dejará claro que nuestro apoyo durará mucho tiempo en el futuro”. Este movimiento refleja un compromiso renovado con la seguridad y la estabilidad en la región, mientras la comunidad internacional observa con atención los desarrollos en el conflicto entre Ucrania y Rusia.