Cuauhtémoc, Chihuahua – La Laguna de Bustillos, uno de los humedales más importantes del país, enfrenta una grave crisis ambiental. La intensa sequía que afecta a los estados del norte de México ha provocado la reducción drástica de agua en la laguna, resultando en la muerte de cientos de miles de peces de diversas especies.
El panorama es desolador: la laguna, que hasta el año pasado se encontraba a unos pocos metros de las comunidades cercanas como Favela, Centro Calles y La Selva, ahora está a más de 2 kilómetros de distancia. La orilla está cubierta de peces muertos, una señal alarmante del impacto del cambio climático y la falta de agua en la región.
El presidente seccional de Anáhuac, Saúl Sausameda Montes, expresó su profunda preocupación por las repercusiones de esta catástrofe. “La rápida descomposición de la fauna acuática podría propagar enfermedades debido a la proliferación de insectos,” señaló. Para mitigar el problema, se están tomando medidas inmediatas, como la utilización de maquinaria para sepultar a los peces muertos, predominantemente carpas que alcanzan hasta los 10 kilogramos.
Además, Sausameda Montes informó sobre la colaboración con la asociación “Ducks de México”, especializada en la conservación de humedales. Los expertos de la organización han recomendado el uso de cal para cubrir los peces muertos y prevenir mayores afectaciones.
La coordinación con la Presidencia Municipal y otros sectores locales es crucial en este esfuerzo. Sausameda Montes hizo un llamado a la comunidad, incluidos los menonitas, para facilitar maquinaria y unirse a las acciones de limpieza. La situación exige una respuesta inmediata y coordinada para enfrentar esta contingencia y proteger la salud de los habitantes y el medio ambiente de la región.
La tragedia en la Laguna de Bustillos subraya la urgencia de abordar el cambio climático y la gestión sostenible del agua para evitar futuros desastres ambientales.