Sandra González
el buen tono
Orizaba.- El emblemático río Orizaba, conocido por ser un afluente distintivo de la región, ha sufrido una drástica reducción en su caudal, generando consternación entre la población local.
Durante un recorrido por el río, se pudieron observar zonas completamente secas, mientras que en otras partes apenas se percibió un hilo muy reducido de agua. Esta alarmante situación ha llevado a los habitantes a expresar su preocupación y a subrayar la urgente necesidad de implementar estrategias para solucionar el problema.
La preocupación se intensificó al recordar que el último glaciar en el Pico de Orizaba, “El Jamapa”, está prácticamente extinto, lo cual contribuye a la disminución del caudal del río.
En tiempos pasados, el río Orizaba era conocido por alcanzar niveles de un metro o más durante la temporada de lluvias, pero en la actualidad, esa imagen parece lejana y difícil de recuperar.
La población y las autoridades locales están llamadas a trabajar de manera conjunta para desarrollar y aplicar soluciones efectivas que permitan la recuperación del río Orizaba, evitando así un desastre ecológico y asegurando la preservación de un recurso natural vital para la región.
La situación del río Orizaba no sólo representa un desafío ambiental, sino también una oportunidad para que la comunidad se una en busca de soluciones sostenibles que garanticen el futuro del afluente y de la región en su totalidad.