AGENCIA
Katmandú.- Un alpinista keniano falleció cerca de la cumbre del Everest y su guía nepalí está desaparecido, según informó un responsable de turismo el jueves, elevando a al menos tres el número de fallecidos esta temporada en la montaña más alta del mundo.
Joshua Cheruiyot Kirui, de 40 años, y su guía Nawang Sherpa, de 44, perdieron el contacto el miércoles por la mañana, lo que llevó a la movilización de un equipo de búsqueda.
“El equipo encontró al alpinista keniano muerto entre la cumbre y el paso de Hillary, pero su guía sigue desaparecido”, declaró Khim Lal Gautam, jefe de la oficina de turismo en el campo base del Everest, a la agencia AFP.
Además, se han desplegado equipos de rescate para localizar a un alpinista británico de 40 años y su guía nepalí de 21, desaparecidos desde el martes por la mañana tras el colapso de una pared de hielo durante su descenso desde la cumbre a 8,849 metros de altura.
El lunes, un escalador rumano murió en su tienda en medio de su expedición a la cima del Lhotse, la cuarta montaña más alta del mundo, que comparte parte de su ruta de ascenso con el Everest.
Este mes, dos alpinistas de Mongolia desaparecieron tras alcanzar la cumbre del Everest y fueron hallados muertos, sumándose a la lista de tragedias en esta peligrosa temporada de escalada.
Nepal ha emitido más de 900 permisos de escalada en sus montañas este año, incluyendo 419 para el Everest, generando unos ingresos de cinco millones de dólares para el país. Más de 500 escaladores y sus guías han alcanzado ya la cima del mundo este año, después de que un equipo abrió el paso y fijó las cuerdas a la cumbre el mes pasado.
Nepal alberga ocho de las diez cimas más altas del mundo, lo que atrae a cientos de aventureros cada primavera boreal, cuando las temperaturas son más cálidas y los vientos menos violentos. El año pasado, más de 600 alpinistas lograron la cima del Everest, aunque también fue la temporada más mortífera con 18 fallecidos en el intento.
La comunidad alpinista sigue atenta a las operaciones de rescate y a las condiciones peligrosas que esta temporada ha evidenciado, recordando los riesgos inherentes de enfrentar las cimas más altas del mundo.
