La historia de la Iglesia católica está repleta de fenómenos inexplicables y presuntos acontecimientos sobrenaturales. En la era de las redes sociales, la difusión de estas afirmaciones no verificadas puede fácilmente salirse de control. Por ello, el Vaticano ha actualizado sus normas para manejar estos enigmáticos relatos y evitar que perjudiquen a los fieles.
Las nuevas reglas, publicadas por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y aprobadas por el papa Francisco, permiten una interpretación más moderada de hechos indescifrables. “En determinadas circunstancias, no todo es blanco o negro”, dijo en una conferencia de prensa el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, responsable del Dicasterio. “A veces se mezcla una posible reacción divina con pensamientos y fantasías humanas”, afirmó.
Rechazo a Supuestos Milagros Recientes
Hace dos meses, el Vaticano declaró falsos los supuestos milagros de una imagen de la Virgen María conocida como la “Madonna de Trevignano”, en Trevignano Romano. Según relatos, la virgen habría llorado sangre y aumentado el tamaño de las pizzas. Durante casi nueve años, cientos de peregrinos se reunían mensualmente en una colina cerca de Roma para rezarle a esta estatua y escuchar sus mensajes.
Nuevas Directrices para la Investigación
Las actualizadas directrices de 2023 reemplazan a las de 1978, orientando a los obispos, que hasta ahora tenían libertad para determinar la autenticidad de visiones y apariciones. Las normas ofrecen seis posibles “conclusiones prudenciales” para los líderes de la iglesia que investigan estos eventos, desde un razonamiento más matizado hasta un rechazo total. El Dicasterio intervendrá en cada caso.
El documento revela que desde 1950, el Vaticano solo ha resuelto seis casos de este tipo. “Estas situaciones complicadas, que producen confusión en los fieles, deben evitarse siempre”, indica el cardenal Fernández. Las nuevas reglas exigen una mayor colaboración entre las diócesis y el Vaticano, y la decisión final para reconocer los fenómenos deberá ser aprobada por el Dicasterio, un paso crucial para evitar delitos, manipulación, daños a la unidad de la Iglesia, beneficios económicos indebidos y errores doctrinales graves.
Procedimientos Claros y Discernimiento Efectivo
Un ‘Nihil obstat’ (el primero de los seis votos), traducido como ‘nada obstaculiza’, no implica una declaración de autenticidad de eventuales fenómenos sobrenaturales, sino un primer paso en el reconocimiento. Las apariciones son experiencias privadas y la Iglesia no exige que los fieles acepten su autenticidad.
“La Iglesia necesita procedimientos claros”, afirma el documento. No se busca negar todas las nuevas afirmaciones, sino proceder con un discernimiento más efectivo de los supuestos fenómenos sobrenaturales. Aunque las pautas de 1978 ya no eran adecuadas, las nuevas reglas no intentan controlar ni sofocar el espíritu de los fieles, sino ofrecer una guía más efectiva.
Influencia de las Redes Sociales y la Necesidad de Certeza
Según The New York Times, Giuseppe Ferrari, secretario de una asociación en Bolonia que monitorea fenómenos socio-religiosos, señaló que los casos de apariciones reportadas “aumentan constantemente”. Las redes sociales son un factor que explica la amplia propagación de estos fenómenos, pero muchas personas también experimentan fragilidad y la necesidad de “certeza en la otra vida”.
Las nuevas reglas del Vaticano buscan ofrecer claridad y evitar confusión, protegiendo a los fieles y manteniendo la credibilidad de la Iglesia ante un mundo en constante cambio y saturado de información no verificada.