Irán se encuentra en un proceso electoral inesperado tras la trágica muerte del presidente Ebrahim Raisí en un accidente de helicóptero, junto con otras ocho personas. Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 28 de junio para elegir a un nuevo mandatario.
El registro de los candidatos se realizará del 30 de mayo al 3 de junio, y la campaña electoral se llevará a cabo del 12 al 27 de junio, según informó la agencia Tasnim. Los candidatos que se postulen deberán superar el veto del Consejo de los Guardianes, un cuerpo formado por juristas y clérigos que revisa la legislación y participa en la organización de elecciones.
Hasta que se celebren las elecciones, el vicepresidente primero, Mohamad Mojber, liderará el Ejecutivo iraní, según lo aprobado por el líder supremo, Ali Jameneí, conforme a la Constitución iraní.
Raisí, un ultraconservador, llegó al poder en las elecciones presidenciales de 2021, que tuvieron la menor participación en la historia de la República Islámica, con un 48,8 %. Las próximas elecciones se llevarán a cabo en un contexto de fuerte descontento por la situación económica y la represión social, especialmente hacia las mujeres con la campaña para reimponer el uso del velo.
Las elecciones parlamentarias de marzo registraron la participación más baja en los 45 años de la República Islámica, con solo un 41 % del electorado acudiendo a las urnas. El alto número de votos siempre ha sido crucial para la legitimidad del régimen iraní.
