in ,

El encuentro de dos leyendas: Atahualpa Yupanqui y Edith Piaf en París

Superiberia

Lo que a menudo se cuenta en tono de leyenda es, en realidad, pura historia. Atahualpa Yupanqui, el renombrado músico argentino, comenzó su trayectoria internacional en París en 1950, con el apoyo de la icónica cantante francesa Edith Piaf. Este encuentro marcó el inicio de una etapa significativa en la carrera de Yupanqui.

En aquel tiempo, Yupanqui había sido declarado comunista y, con el apoyo de su partido, había viajado por Europa del Este, detrás de la Cortina de Hierro, para conocer de primera mano el mundo que imaginaba. Tras ese recorrido, llegó a Francia, deseoso de regresar a su patria por la nostalgia que sentía.

En París, Yupanqui fue recibido por amigos y camaradas franceses, entre ellos los poetas Louis Aragon y Paul Eluard. Lo introdujeron a la escena artística de la ciudad, llevándolo a conocer el atelier de Henri Matisse y al legendario Pablo Picasso. Su estadía incluyó una agenda social cuidadosamente organizada.

Según Sergio Pujol, en su biografía “En nombre del folklore”, Yupanqui ofreció pequeñas actuaciones en ambientes proletarios. Tras una de estas presentaciones, recibió una invitación de Edith Piaf, quien ya era una estrella consagrada. Pujol señala que, aunque Piaf era una figura de renombre, Yupanqui no sintió una emoción especial al conocerla. Sin embargo, Piaf, conocida por su origen humilde y estilo apasionado, estaba dispuesta a compartir el escenario con él.

El concierto conjunto fue ampliamente anunciado en París, atrayendo a una audiencia principalmente burguesa. Piaf abrió la noche con 23 canciones, superando con creces las 12 previstas, debido a la demanda del público. Luego, presentó a Yupanqui, quien interpretó una decena de temas, incluyendo “Basta ya”, una canción antiimperialista caribeña, y “Duerme negrito”, de corte centroamericano.

Yupanqui recordó tiempo después que todo el dinero recaudado esa noche fue para él, ya que Piaf no se quedó con un centavo. La generosidad y camaradería entre estos dos gigantes de la música marcaron una velada memorable, con un público que aplaudió calurosamente a ambos artistas.

Este concierto no solo solidificó la carrera internacional de Yupanqui, sino que también reflejó el espíritu de reivindicación social que compartía con Piaf, más allá de sus diferencias de estilo y temperamento. Tras este evento, Yupanqui regresó a Argentina, pero su camino en Europa había comenzado y continuaría hasta el final de su vida, cuatro décadas después.

CANAL OFICIAL

As3sin4n a candidata a alcaldesa en Chiapas

Bryan Maclean, el conductor detrás de la tragedia en Florida