AGENCIA
Pensilvania.- En un perturbador caso que ha conmocionado a la comunidad de West Caln, Pensilvania, Cindy Warren, de 45 años, ha sido acusada de torturar hasta la muerte a su hijastra de 12 años, Melina. La mujer, junto con su prometido Rendell Hoagland, de 52 años, enfrenta cargos graves por el maltrato y asesinato de la menor, que fue encontrada en condiciones críticas a principios de este mes.
Las autoridades locales informaron que Melina fue hallada “apenas viva” en la residencia familiar, encadenada a un mueble, situación que habría durado varios meses. La menor, que pesaba solo 22 kilos, presentaba signos de desnutrición severa, múltiples fracturas y daño hepático, según los reportes médicos del hospital donde fue llevada pocas horas antes de ser declarada muerta.
De acuerdo con el portal Daily Mail, la pareja está siendo investigada no solo por el abuso físico, sino también por el maltrato emocional y el hambre a la que fue sometida la niña. Los investigadores han destacado la crueldad del caso, señalando que la menor fue víctima de un prolongado y doloroso tormento.
Este trágico suceso no es la primera acusación de abuso infantil contra Cindy Warren. Años atrás, Warren cumplió una condena en prisión relacionada con la muerte de su hija de dos años, quien falleció en el año 2000 en circunstancias alarmantemente similares a las de Melina. En aquel entonces, Cindy y su pareja de ese momento afirmaron que la niña había sufrido una caída de un coche, pero las investigaciones revelaron evidencias de abuso.
El cuerpo de Melina ha sido trasladado a la oficina del Médico Forense del condado de Chester para realizar una autopsia detallada que determinará la causa exacta de su muerte y el periodo durante el cual sufrió los abusos.
El fiscal Barrena Sarobe expresó su indignación y compromiso con el caso, declarando: “Malinda fue sometida a un mal tormento que ningún niño debería tener que soportar jamás. Agradezco a todos los primeros respondedores y agentes de la ley que han trabajado incansablemente en este caso. Juntos conseguiremos justicia para Malinda”.
La comunidad de West Caln y las autoridades están a la espera de más detalles mientras se desarrollan las investigaciones y el proceso judicial. Este caso ha vuelto a poner en el foco la necesidad de sistemas de protección infantil más eficaces para prevenir tragedias similares en el futuro.
