AGENCIA
Austria.- En 2009, en Austria, la vida de Elisabeth Fritzl dio un giro impactante cuando fue rescatada tras permanecer encerrada en un sótano por su propio padre, Josef Fritzl, durante 24 años. La pesadilla incluyó abusos constantes y el nacimiento de siete hijos fruto de esos terribles maltratos.
Josef Fritzl, conocido como el “Monstruo del Incesto Austriaco”, fue condenado a cadena perpetua en 2009. Ahora, a sus 88 años, busca la libertad condicional respaldado por informes psiquiátricos que sugieren que ya no representa una amenaza para la sociedad. Aunque sus intentos anteriores fueron bloqueados, nuevas evaluaciones consideran su demencia y salud débil como factores cruciales para la posible liberación.
La historia de Elisabeth Fritzl es la de una valiente superviviente. Logró escapar a los 42 años cuando uno de sus hijos necesitó atención médica. Las autoridades fueron alertadas, y la verdad salió a la luz, revelando la espantosa tragedia que comenzó en 1984.
Josef Fritzl, aparentemente un padre ejemplar, construyó un sótano secreto en su hogar y sometió a su hija a abusos desde los 11 años. El 28 de agosto de 1984, Fritzl convocó a su hija Elisabeth, entonces de 18 años, al sótano familiar bajo la excusa de ayudarlo a transportar una puerta para una renovación en curso. Utilizando una toalla empapada en éter, la dejó inconsciente y la mantuvo desde entonces en un encierro brutal, sometiéndola a abusos repetidos.
La cruel artimaña de Fritzl llevó a Rosemarie, la madre de Elisabeth, a criar a tres de los hijos de su hija, engañada por el abusador, quien le hizo creer que su hija “desaparecida” los había dejado en la puerta. Los tres hijos restantes de Elisabeth fueron criados por ella misma mientras permanecía prisionera en el sótano. La familia, ajena a este horror, aceptó las mentiras de Fritzl sobre la desaparición de Elisabeth, a quien él afirmaba que se había unido a una secta.
En el año 2008, Elisabeth vivió un momento inesperado que cambió su vida. Todo ocurrió cuando uno de sus hijos necesitó ayuda médica, desencadenando su liberación. Después de que el personal médico alertara a las autoridades, Elisabeth compartió sus experiencias aterradoras, llevando finalmente a la condena de Josef Fritzl en marzo de 2009.
Después del juicio, Elisabeth adoptó un nuevo nombre, y se implementaron estrictas leyes para proteger su identidad. De acuerdo con informes del Daily Mail, Elisabeth y sus hijos ahora residen en una pequeña aldea en el campo de Austria, referida como “Village X” para salvaguardar su privacidad. Los hijos de Elisabeth, actualmente con edades comprendidas entre los 21 y 35 años en enero de 2024, han seguido recomendaciones de sus terapeutas, durmiendo en habitaciones con puertas permanentemente abiertas para superar los traumas vividos.
En enero de este año, Josef Fritzl intentó recuperar su libertad, argumentando que ya no representa un peligro debido a problemas mentales. Heidi Kanster, experta en psiquiatría, respalda su solicitud, afirmando que los informes indican que no es una amenaza. La abogada del caso está trabajando para conseguir la libertad condicional y considera la opción de un hogar para personas mayores.
La corte austriaca ha autorizado el traslado de Josef Fritzl a una prisión convencional. A pesar de los esfuerzos por obtener su liberación, solo lograron este cambio. Los jueces austriacos han decidido que Fritzl, quien mantuvo cautiva a su hija durante 24 años y tuvo siete hijos con ella, puede ser trasladado de un centro de detención psiquiátrica a una prisión convencional.
Fritzl, de 89 años, ya no representa un peligro que justifique su detención psiquiátrica, debido a su avanzada demencia y deterioro físico. La decisión se basó en una vista con Fritzl el 30 de abril y en reportes de expertos forenses y psiquiátricos.
Aunque puede ser trasladado a prisión para un periodo de prueba de 10 años, no podrá ser liberado completamente. La Fiscalía ha apelado una decisión previa sobre su traslado, y ambas partes pueden apelar el nuevo fallo.
