La Casa Blanca ha dado un paso significativo en la guerra comercial con China al anunciar una amplia gama de nuevos aranceles sobre productos chinos, que aumentarán las tarifas por encima de los 18 mil millones de dólares en importaciones chinas. Este movimiento afectará a sectores que van desde el acero y aluminio hasta los semiconductores y los paneles solares.
El presidente Joe Biden declaró: “No vamos a permitir que China inunde nuestro mercado, haciendo imposible que los fabricantes de automóviles estadounidenses compitan de manera justa”. Los vehículos eléctricos chinos serán particularmente afectados, con aranceles que se cuadriplicarán en 2024, del 25% al 100%.
A pesar de las críticas del gobierno chino, la Casa Blanca restó importancia al riesgo de represalias por parte de Beijing. Wang Wenbin, Vocero del Ministro de Asuntos Exteriores chino, afirmó que “China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.
La representante de comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, enfatizó que estos aranceles están diseñados para ser estratégicos y efectivos, no caóticos ni emocionales. Tai también mencionó que Estados Unidos está en diálogo con funcionarios y trabajadores de la industria sobre posibles aranceles que involucrarían también las importaciones de México, aunque no ofreció detalles al respecto.
La Casa Blanca justificó los aranceles citando “riesgos inaceptables” para la “seguridad económica” de Estados Unidos debido a prácticas chinas que inundan los mercados globales con productos baratos. Estos nuevos aranceles buscan bloquear esta práctica, mientras que Biden aseguró que no busca un conflicto con China, solo una competencia justa.
