AGENCIA
Washington.- La Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) ha revelado que la supuesta prohibición impuesta por Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa, sobre la producción y distribución de fentanilo en México, fue un “espectáculo público” y no detuvo el tráfico de la droga hacia Estados Unidos. Según la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, las mantas que aparecieron en Sinaloa, Sonora y Baja California en octubre de 2023 prohibiendo el negocio con fentanilo fueron solo un intento de consolidar el control del cártel.
El informe de la DEA señala que la producción y tráfico de fentanilo por parte del Cártel de Sinaloa no se detuvieron a pesar de esta supuesta prohibición, y que las incautaciones de la droga en la frontera siguieron siendo iguales o mayores en comparación con años anteriores. La agencia explica que la prohibición fue probablemente una maniobra de relaciones públicas o un intento de consolidar la producción entre un menor número de productores de confianza y castigar a otros.
El Cártel de Sinaloa, señala la DEA, se ha convertido en el mayor traficante de fentanilo gracias a sus alianzas con proveedores chinos de sustancias químicas y su estructura tipo “sombrilla”, con cuatro grandes liderazgos: Los Chapitos, Ismael “El Mayo” Zambada, Aureliano Guzmán Loera (“El Guano”) y Rafael Caro Quintero. Esta estructura permite compartir recursos como rutas, contactos y redes de lavado de dinero sin compartir ganancias o responder a una cadena de mando centralizada.
Por su parte, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha adoptado un modelo de franquicias con Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, como líder. Este modelo permite a cada grupo semiindependiente personalizar sus operaciones mientras cumplen con los requerimientos de nombre y estructura organizacional. El CJNG tiene presencia en al menos 40 países en Sudamérica, Asia, Europa y África.
Ambos cárteles utilizan organizaciones chinas para lavar dinero y mover sus beneficios de Estados Unidos a México. La DEA destaca que el Cártel de Sinaloa controla todos los puertos marítimos mexicanos, mientras que el CJNG se ha centrado en puertos como Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Veracruz y Matamoros.
El informe subraya que estos cárteles no solo están involucrados en el tráfico de drogas, sino también en otros delitos como el tráfico de armas, migrantes y personas para explotación sexual, así como en el lavado de dinero, extorsión y soborno. Su presencia y actividades delictivas se han expandido a Europa, África, Asia y Oceanía, y ambos cárteles tienen vínculos con pandillas y narcomenudistas en todos los estados de Estados Unidos.
La DEA, en colaboración con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional y la Fiscalía de Sonora, ha lanzado la iniciativa “Se Busca Información” para capturar a 10 nuevos objetivos criminales asociados con estas organizaciones. Los sospechosos operan en el sur de Arizona y norte de Sonora, y están buscados por delitos como tráfico de personas, estupefacientes y asesinato.
El informe de la DEA demuestra el alcance y la sofisticación de estos cárteles, lo que plantea un desafío significativo para las autoridades de Estados Unidos y México en la lucha contra el tráfico de drogas y otras actividades delictivas.