AGENCIA
Ramos Arizpe.- En lugar de flores y abrazos, Lourdes Herrera conmemora este Día de la Madre con lucha y protesta. “Desde hace 15 años no tenemos nada que celebrar; este 10 de mayo, por el contrario, es un día de lucha y de protesta”, afirma con firmeza. Lourdes busca a su hijo, su esposo y dos cuñados, desaparecidos hace casi 15 años en Coahuila.
Lourdes es una de las activistas más destacadas de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), un colectivo que trabaja incansablemente para encontrar a sus seres queridos y visibilizar la problemática de las desapariciones forzadas. El 29 de agosto de 2009, su familia fue devastada por la desaparición de su hijo, Brandon Esteban Acosta Herrera, entonces de ocho años, su esposo, Esteban Acosta Rodríguez, y sus dos cuñados, Gualberto y Gerardo Acosta Rodríguez.
Ese día, el pequeño Brandon viajaba con su padre, quien era jefe de celadores del penal de Saltillo, y sus dos tíos, rumbo al aeropuerto internacional de Monterrey. Uno de los tíos planeaba viajar a Los Ángeles, California, pero en el camino, el vehículo en el que se trasladaban fue interceptado por sujetos armados. Desde entonces, no se ha sabido nada de ellos, dejando un vacío devastador en la vida de Lourdes.
A lo largo de estos años, Lourdes ha enfrentado la desesperación y la impotencia de no tener noticias sobre sus seres queridos. “No me detendré hasta encontrarlos”, asegura. Sin embargo, el camino no ha sido fácil; las investigaciones oficiales han sido lentas y poco efectivas. Mientras las autoridades parecen estancadas, Lourdes sigue adelante con su búsqueda interminable, recorriendo lugares, reuniendo información y apoyando a otras familias que pasan por situaciones similares.
El caso de Lourdes Herrera es solo uno entre miles en Coahuila y en todo México, donde la desaparición forzada se ha convertido en una tragedia nacional. Organizaciones como Fuundec trabajan para mantener viva la memoria de los desaparecidos y exigir justicia a las autoridades, pero el proceso sigue siendo lento y las familias continúan enfrentando obstáculos burocráticos y falta de recursos.
Este 10 de mayo, mientras muchas madres celebran, Lourdes y otras mujeres como ella se unen para manifestarse y exigir respuestas. Para ellas, la lucha por la verdad y la justicia se ha convertido en su misión diaria. Lourdes concluye con un llamado a la sociedad: “No olviden a nuestros desaparecidos. Necesitamos su apoyo para seguir buscando y para hacer que las autoridades cumplan con su deber”.
El dolor de las familias de los desaparecidos en Coahuila y en todo México es profundo y persistente. El compromiso de personas como Lourdes Herrera es un recordatorio de que la lucha por la justicia nunca debe detenerse, incluso cuando la esperanza parece desvanecerse. Este 10 de mayo, para Lourdes y muchas otras madres, es un día para recordar y continuar la lucha.
