AGENCIA
Ciudad de México.- La activista Ceci Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, exigió a las autoridades de la Ciudad de México realizar un examen detallado por servicios periciales en los restos hallados en el supuesto “crematorio clandestino” y fosas clandestinas descubiertas en la zona limítrofe de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac. Esta solicitud surge tras la declaración de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México de que los restos encontrados eran de animales, principalmente caninos.
Flores, en un video difundido en redes sociales, mostró su desacuerdo con esta conclusión, argumentando que no es posible obtener resultados de un análisis de ADN en tan corto tiempo. “Necesitamos que se haga un examen bien analizado por servicios periciales, que no lo hagan en una hora, porque sabemos que en una hora no se puede hacer un análisis de tal magnitud”, enfatizó la activista.
La activista, quien ha dedicado su vida a la búsqueda de personas desaparecidas, afirmó que las autoridades buscan ocultar la verdad sobre los restos hallados. “Las autoridades quieren ocultar una verdad que duele (…) No buscamos culpables, queremos que no revictimicen a las víctimas y que no quieran desaparecer una verdad que está oculta en este lugar”, expresó.
Ceci Flores también destacó que la zona donde se localizaron las cenizas y restos está resguardada por policías locales, indicando que la situación amerita un examen pericial a profundidad. Además, informó que se reunirá próximamente con el encargado de despacho de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, para discutir el caso.
El incidente ha desatado una serie de reacciones políticas. El presidente de México acusó a Ceci Flores de pertenecer al “bloque conservador” y de “traficar con el dolor humano”. Asimismo, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, acusó a Flores de “lucrar políticamente con el dolor humano” y calificó el hallazgo como un “montaje”. Estas declaraciones llegaron después de que las autoridades capitalinas descartaron que los restos fueran humanos, y afirmaron que eran restos de animales caninos.
La respuesta de las autoridades ha generado controversia y preocupación entre los colectivos de búsqueda y defensores de los derechos humanos, quienes consideran que las conclusiones prematuras y las declaraciones políticas podrían perjudicar las investigaciones y revictimizar a las familias de personas desaparecidas.
Ceci Flores y otros activistas continúan pidiendo una investigación exhaustiva para esclarecer la naturaleza de los restos encontrados y garantizar que las autoridades no desestimen pruebas potencialmente cruciales.
El caso sigue en desarrollo y ha puesto de manifiesto la importancia de la transparencia y el rigor en las investigaciones relacionadas con desapariciones y crímenes en México.
