AGENCIA
Butler, Pensilvania.- Heather Pressdee, una enfermera de 41 años, ha sido condenada a cadena perpetua por su papel en la muerte de al menos 17 pacientes, a quienes les administró dosis letales de insulina entre 2020 y 2023. La sentencia se dictó durante una audiencia en Butler y contempla tres cadenas perpetuas consecutivas y otra de 380 a 760 años tras las rejas.
El veredicto fue emitido después de que Pressdee se declarara culpable de tres cargos de asesinato en primer grado y 19 cargos de intento de asesinato. Inicialmente, la enfermera enfrentaba la posibilidad de la pena de muerte, pero la cadena perpetua fue el resultado del acuerdo de culpabilidad.
Los fiscales revelaron durante el juicio que Pressdee mostró desdén por sus pacientes y frecuentemente hacía comentarios despectivos sobre ellos. Además, presentaron pruebas que indicaban que la enfermera había administrado dosis excesivas de insulina a 22 pacientes, incluso a aquellos que no eran diabéticos. Este patrón de comportamiento perturbador llevó a la suspensión de su licencia de enfermería poco después de que se presentaran los cargos iniciales.
La audiencia estuvo cargada de emociones cuando varios familiares de las víctimas expresaron su dolor y furia hacia Pressdee, acusándola de “jugar a ser Dios” al decidir quién vive y quién muere. La respuesta de la acusada a su declaración de culpabilidad fue simple y contundente: “porque soy culpable”.
Este caso ha dejado en shock a la comunidad médica y recuerda otros incidentes donde trabajadores de la salud han sido condenados por asesinar pacientes, como William Davis en Texas y Charles Cullen en Nueva Jersey y Pensilvania, quienes también enfrentaron la justicia por acciones similares. La condena de Pressdee pone de manifiesto la importancia de la supervisión y el escrutinio en los centros de salud para prevenir actos atroces como estos.
Heather Pressdee ahora pasará el resto de su vida tras las rejas por sus crímenes, y la sentencia envía un claro mensaje de que las acciones maliciosas y asesinas en el campo de la salud no serán toleradas. El caso continúa siendo investigado para determinar si hay más víctimas no identificadas y para asegurar que se haga justicia para todas las familias afectadas por estos horribles actos.
