AGENCIA
Xalapa, Ver.- Un preocupante 40 por ciento (%) de niñas y niños en México padecen algún trastorno del sueño, según datos de la Academia Mexicana del Sueño y de un estudio realizado por el Laboratorio de Neurobiología del Sueño y Metabolismo de la Universidad Veracruzana (UV), informó Montserrat Melgarejo Gutiérrez, académica e investigadora de la Facultad de Medicina de la UV.
El estudio también destaca que esta misma prevalencia se observa en adolescentes, lo que pone en alerta a la comunidad médica sobre las implicaciones que estos trastornos pueden tener en la calidad de vida y desarrollo de los menores.
Los estudios realizados en Xalapa revelaron que el 25% de los casos de trastornos del sueño en niños están relacionados con problemas respiratorios, mientras que el 16% sufren de somnolencia diurna excesiva. La población más afectada por estos problemas tiene entre cinco y siete años de edad.
Una de las causas que puede contribuir a los trastornos del sueño es el uso de dispositivos electrónicos. Los resultados preliminares de un estudio sobre el uso de estos dispositivos en niños de Xalapa indican que el uso de estos aparatos a partir de las siete u ocho de la noche reduce significativamente el tiempo de sueño, especialmente en días hábiles cuando niñas y niños deben levantarse temprano para ir a la escuela.
Melgarejo Gutiérrez explicó que la luz azul de los dispositivos electrónicos suprime de manera significativa los niveles de melatonina, una hormona que ayuda a conciliar el sueño. Esto puede causar que los niños duerman menos, lo que afecta su calidad de vida y puede llevar a irritabilidad, ansiedad y mal humor.
El impacto de la mala calidad del sueño no se limita solo a problemas de comportamiento, sino que también puede contribuir al desarrollo de obesidad y diabetes. México ocupa el segundo lugar mundial en obesidad en adultos y el primero en obesidad infantil, además de un alto índice de diabetes tipo 2.
La investigadora también señaló que la falta de sueño y su mala calidad pueden agravar o ser confundidos con otros trastornos como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA).
Para combatir estos problemas, Melgarejo Gutiérrez recomendó una adecuada higiene del sueño. Esto incluye dormir el número adecuado de horas según la edad, evitar el uso de dispositivos electrónicos después de las seis de la tarde, no usar estos dispositivos más de una hora y no ingerir alimentos altos en carbohidratos al menos tres horas antes de dormir. Además, sugirió que los niños comiencen a dormir alrededor de las ocho de la noche.
El estudio de la UV también observó que el uso excesivo de dispositivos electrónicos, especialmente durante la pandemia, contribuyó al incremento de los trastornos del sueño entre los niños y adolescentes. Por eso, es fundamental implementar hábitos saludables para dormir y limitar el uso de tecnología por la noche para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud y el bienestar de los menores.