Agencias
México.- En el segundo debate presidencial en México, las acusaciones y descalificaciones entre las candidatas Xóchitl Gálvez de la coalición Fuerza y Corazón por México y Claudia Sheinbaum de Morena dominaron el evento. Gálvez acusó a Sheinbaum de mentir y la etiquetó como “narcocandidata”, asociándola con delincuencia. Por su parte, Sheinbaum respondió acusando al gobierno de Felipe Calderón de ser un “narcogobierno” y criticó a Gálvez por supuestamente haber obtenido contratos gubernamentales para sus empresas de manera corrupta cuando fue titular de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas.
El debate reveló profundas divisiones entre los proyectos políticos presentados. Sheinbaum defendió la continuación de la transformación del país propuesta por su partido, contrastando con lo que ella describió como un pasado de corrupción y privilegios representado por el “PRIAN”. Mientras tanto, Gálvez se centró en cuestionar la integridad de los gobiernos de Morena y planteó dudas sobre las finanzas personales de Sheinbaum.
Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano también participó en el debate, lamentando el bajo nivel del mismo y la falta de enfoque en los problemas sustanciales del país. Este tono marcó un evento donde predominaron los ataques personales sobre las propuestas concretas para resolver los desafíos nacionale