AGENCIA
Monterrey.- En México, las estafas financieras se están convirtiendo en un problema cada vez más preocupante. Supuestas firmas de inversión ofrecen rendimientos extraordinarios a sus clientes a cambio de depósitos crecientes, solo para desaparecer con el dinero, dejando a sus víctimas sin posibilidad de recuperar sus ahorros. La falta de acción por parte de las autoridades mexicanas ha permitido que estas estafas florezcan, generando cuantiosos beneficios para los criminales.
A lo largo de este año, han surgido varios casos notables de estafas financieras. En enero, Yox Holding, una empresa que utilizaba un esquema de trading deportivo de apuestas, estafó a más de 40 mil personas. Otros ejemplos incluyen las empresas Wolf Bet o Wolf Sports y Esi Finanzas o Inversiones y Negocios, en Guadalajara y Quintana Roo, respectivamente.
Los llamados “criminales de cuello blanco” se benefician enormemente de estas estafas, alcanzando varios millones de pesos según el número de víctimas que logran engañar. En los casos mencionados, las pérdidas para las víctimas con 300 personas afectadas superaron los 70 millones de pesos.
En Monterrey, Nuevo León, se ha revelado recientemente el caso de Grupo Peak, una empresa de inversiones operada por dos jóvenes de 29 años, Arturo González Cantú y Víctor Hugo Sepúlveda. Con un estilo similar al del “Lobo de Wall Street”, los jóvenes realizaban sesiones con inversionistas donde prometían ganancias del 22 por ciento (%) sobre la inversión.
Sin embargo, tras reunir cientos de inversionistas de todo el país e incluso del extranjero, desaparecieron con aproximadamente 800 millones de pesos, anunciando la quiebra de la empresa por correo electrónico.
Las víctimas de Grupo Peak pronto descubrieron que habían caído en un clásico esquema piramidal conocido como “Esquema Ponzi”. En una reunión por Zoom, limitada a 100 personas, se enteraron de la quiebra de la empresa y se dieron cuenta de que sus ahorros se habían esfumado. Algunos inversionistas, como César, quien perdió 4 millones y medio de pesos, lamentan haber confiado todo su patrimonio a esta empresa.
A pesar de intentar presentar demandas para recuperar su dinero, los estafadores del Grupo Peak engañaron a sus clientes desde el principio, haciéndoles firmar contratos con cláusulas abusivas que los convertían en socios de la empresa, lo que dificulta reclamar algo legalmente.
Además, empleados de la empresa han intentado manipular a las víctimas para que no denuncien, ofreciendo terrenos u otros bienes a cambio de no acudir a las autoridades o a los medios de comunicación. En algunos casos, han recurrido a amenazas para disuadir a las víctimas de interponer denuncias penales.
Erick Garza Tamez, asesor de estrategias de inversión avalado por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles, señala que este tipo de organizaciones no están autorizadas para solicitar fondeo ni captar recursos del público en general.
Sin embargo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público parecen no tomar medidas suficientes para auditar, clausurar o detener las operaciones de estas empresas fraudulentas.
La falta de acción por parte de las autoridades ha permitido que estas estafas, el lavado de dinero, la evasión de impuestos y el abuso de confianza proliferen en México con total impunidad, dejando a miles de víctimas sin protección ni posibilidad de recuperar su dinero.
Se necesita una respuesta más firme y efectiva para detener estas actividades delictivas y proteger a los inversionistas mexicanos.