Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Con la solemnidad que merece la preservación del legado histórico, desde el pasado mes de marzo se inició la restauración y cambio de color del Palacio Municipal. Este icónico edificio, cuya importancia trasciende el tiempo, ha sido testigo de un deterioro progresivo debido a la falta de mantenimiento y olvido durante casi una década.
Las labores de conservación emprendidas hoy son una respuesta urgente a la necesidad de salvaguardar este invaluable patrimonio cultural. El proceso de restauración implica una minuciosa tarea que abarca desde el retiro de pintura y entortado en mal estado hasta la reintegración de elementos decorativos de molduras, pasando por la aplicación de pintura vinílica y esmalte.
La participación ciudadana en la elección de los colores para la restauración añade un matiz democrático y comunitario, reflejando el arraigo y el interés de la población por su patrimonio. Con una envergadura que abarca más de 4 mil metros cuadrados de superficie, estos trabajos no solo buscan devolver la belleza arquitectónica al Palacio Municipal, sino también garantizar su integridad para las generaciones venideras.
El inicio de esta fase de restauración representa un hito significativo en la historia de Córdoba, una manifestación tangible del compromiso colectivo con la preservación y la perpetuidad de la identidad cultural.
