Agencias
El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las críticas del empresario Ricardo Salinas Pliego, quien acusó al Gobierno de disfrutar de una vida lujosa a expensas del pueblo. En su conferencia de prensa matutina, López Obrador afirmó que no miente y que no hay un conflicto personal con Salinas Pliego, sino una discrepancia en cuanto al origen de la riqueza, destacando su oposición a la corrupción.
López Obrador enfatizó que no tiene intención de cambiar su forma de pensar y que respeta a quienes tienen dinero, pero cuestiona la acumulación de riqueza mediante el poder público y la corrupción. Aunque reconoce que cada individuo es libre de elegir su estilo de vida, expresó su incomodidad y vergüenza al considerar el contraste entre la opulencia y la pobreza en el país, mostrando su desacuerdo con el lujo desmedido en una nación con grandes necesidades sociales.
El intercambio entre López Obrador y Salinas Pliego refleja tensiones en torno a las políticas económicas y sociales en México, así como las diferencias de opinión sobre la ética en el uso del poder y la riqueza. Mientras el presidente aboga por la austeridad y la lucha contra la corrupción, el empresario representa un sector que defiende el libre mercado y la acumulación de capital, evidenciando un debate más amplio sobre la distribución de la riqueza y el papel del Estado en la economía.