En una movida sin precedentes, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado un proyecto de ley que estipula la venta obligatoria de TikTok por parte de su empresa matriz, ByteDance. La ley fue aprobada como parte de un paquete presupuestal complementario de 95 mil millones de dólares, destinado a enviar ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán.
Esta legislación otorga a ByteDance un plazo de 270 días para desvincularse de TikTok, tras acusaciones bipartidistas de que la aplicación podría estar comprometiendo la seguridad nacional de Estados Unidos por supuestas conexiones con el Partido Comunista de China. Si ByteDance no logra vender la aplicación en el tiempo estipulado, TikTok será prohibido en tiendas de aplicaciones y servicios de alojamiento de internet en el país.
La fecha límite para la venta es el 19 de enero de 2025, aunque este plazo podría extenderse mediante procesos judiciales iniciados por la empresa. El debate sobre la seguridad de TikTok comenzó en el Congreso en 2020, coincidiendo con la prohibición de la app en dispositivos gubernamentales de varios estados.
Adicionalmente, la nueva ley concede a Biden la facultad de extender la fecha límite por 90 días adicionales si ByteDance lo solicita y demuestra progreso en el proceso de venta.
Respuesta de TikTok
El CEO de TikTok, Shou Chew, respondió a la decisión con un mensaje de resistencia en la misma plataforma: “Tengan la seguridad: no iremos a ninguna parte. Tenemos confianza y seguiremos luchando por sus derechos en los tribunales. Los hechos y la Constitución están de nuestro lado y esperamos prevalecer”. Según la empresa, TikTok cuenta con cerca de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, incluyendo siete millones de empresas.
Mientras tanto, la decisión ha generado un debate acalorado entre los legisladores. Los republicanos han sido particularmente firmes en su apoyo a la prohibición, mientras que algunos demócratas han mostrado reticencias, a pesar de que el propio presidente Biden utilizó la plataforma para su campaña hace pocos meses.
Este desarrollo legal representa un punto crítico para el futuro de TikTok en Estados Unidos, poniendo en juego la presencia de una de las plataformas sociales más populares entre los jóvenes estadounidenses.
