Cada 20 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Marihuana, una fecha que resalta tanto la controversia como los beneficios potenciales de esta planta. La fecha tiene sus raíces en 1971, cuando un grupo de estudiantes en California, conocidos como Los Waldos, se reunían a las 4:20 de la tarde para fumar marihuana, lo que eventualmente llevó al número 420 a convertirse en un código globalmente reconocido para la marihuana.
La celebración de este día es tan debatida como la planta misma. La marihuana, obtenida de la mezcla de hojas y flores secas de la planta de cáñamo índico (cannabis sativa), posee THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), un compuesto que produce efectos euforizantes y a veces alucinógenos. Sus efectos en el cuerpo humano pueden variar desde el aumento de la percepción sensorial hasta episodios de ansiedad o psicosis en altas dosis.
A pesar de los riesgos, el uso medicinal del cannabis está ganando terreno legalmente en muchos países, utilizándose para tratar síntomas y condiciones desde náuseas causadas por quimioterapia hasta reducir la frecuencia de migrañas. Los defensores de la legalización argumentan que el cannabis puede jugar un papel clave en el tratamiento de diversas enfermedades y que regular su uso podría combatir el narcotráfico y sus impactos negativos.
El debate sobre la legalización de la marihuana, tanto para uso recreativo como medicinal, continúa siendo un tema caliente en la sociedad. Mientras la comunidad científica y los legisladores sopesan los beneficios contra los riesgos, el cannabis sigue siendo un tema central en la discusión sobre drogas y salud pública a nivel mundial.
