AGENCIA
Chicago.- Una noche de reunión familiar en el South Side de Chicago terminó en tragedia el pasado sábado, cuando un tiroteo dejó a una niña de 8 años muerta y a 10 personas más heridas, entre ellas tres menores de edad. Según informes del Departamento de Policía de Chicago, la niña falleció a causa de un disparo en la cabeza, mientras que un niño de 1 año y otro de 8 años se encuentran en estado crítico después de recibir múltiples disparos. Un niño de 9 años también fue hospitalizado por una herida de bala que rozó uno de sus dedos.
El incidente, que inicialmente se reportó con 8 víctimas, fue actualizado a 11 personas baleadas el domingo, y no se han realizado arrestos en relación con el ataque. El subjefe del Departamento de Policía, Don Jerome, expresó a los medios que el tiroteo no fue un acto de violencia al azar, sino que probablemente estuvo relacionado con actividades de pandillas. “Este fue un acto horrendo e inaceptable en nuestra ciudad”, declaró Jerome.
Según Jerome, los disparos se efectuaron aproximadamente a las 21:00 horas hacia una multitud que estaba afuera de la casa donde se celebraba la reunión. Los agentes que acudieron al lugar del incidente aplicaron medidas de emergencia como torniquetes y parches torácicos a las víctimas, que incluyeron adultos de entre 19 y 40 años. Un hombre de 36 años se encuentra en estado crítico tras recibir disparos en brazos y espalda, mientras que el resto de los adultos están en buen estado.
La investigación sobre el tiroteo sigue en su fase preliminar. Testigos informaron a la policía que un sedán negro se acercó al lugar y desde él se disparó contra la multitud antes de huir rápidamente. Jerome también mencionó que, según los relatos de testigos, podría haber dos agresores que actuaron a pie.
Este incidente se suma a la creciente preocupación por la violencia relacionada con pandillas en Chicago, una ciudad que lucha por controlar estos actos delictivos que afectan principalmente a comunidades desfavorecidas.