En una escalada alarmante de tensiones, Irán ha llevado a cabo un ataque masivo contra Israel, lanzando docenas de drones y misiles balísticos en lo que parece ser una misión de venganza. El domingo temprano, las sirenas de ataque aéreo sonaron en Jerusalén, marcando un momento crítico que podría acercar a Oriente Medio a una guerra regional.
El ejército de Israel, preparado para el ataque, informó que se habían disparado más de 100 drones, destacando que sus defensas aéreas estaban activas y listas para responder. Horas después del anuncio inicial, Irán confirmó que había lanzado también misiles balísticos, intensificando la gravedad del asalto.
Estados Unidos, con una significativa presencia de tropas en la región, ha declarado que ofrecerá apoyo a Israel, aunque no especificó de qué tipo. “Estamos monitoreando la amenaza”, afirmó el contralmirante Daniel Hagari del ejército israelí, indicando que los drones tardarían horas en alcanzar su objetivo y que aún no se podía confirmar su intercepción.
El ataque representa el primer asalto militar a gran escala de Irán contra Israel, a pesar de décadas de hostilidades que datan desde la Revolución Islámica de 1979. Este conflicto se intensifica en medio de la guerra en curso de Israel contra los militantes de Hamás en la Franja de Gaza, que ha tenido consecuencias devastadoras tanto en términos humanos como materiales.
La situación en la región permanece extremadamente tensa, con intercambios diarios de fuego en la frontera norte de Israel y ataques continuos desde varios frentes respaldados por Irán. La comunidad internacional observa con preocupación, esperando que las tensiones no escale a un conflicto más amplio.