Adriana Estrada
el buen tono
Región.- Aunque la inflación reportada por el INEGI, al cierre de marzo fue de 4.42 por ciento, la realidad es que está por arriba del 8 por ciento, pues la medición del Instituto se hace con 299 productos en su canasta de muestra, listado obsoleto que no incluye todos los artículos que adquieren los ciudadanos, consideró Luis Pérez Lezama director de análisis y docencia económica en SAVER.
“La realidad es que nosotros no estamos viendo una disminución de la inflación, en términos reales estamos viendo una pérdida del poder adquisitivo acumulada de seis años de casi el 40 por ciento”, señaló.
Refirió que la medición que hace el INEGI en 2019 era con 280 productos, actualizó a 299 pero son insuficientes para poder hacer una medición real, ya que el consumo de ciudadanos es mucho más amplio, pues la circulación en el país es de 3.2 billones de pesos, cuando hace seis años, era de 1.5 billones, lo que podría parecer correcto, pero la realidad es que este incremento no debería de ser a tal nivel, pues refleja que se necesita mayor cantidad de dinero para poder adquirir los mismos productos que se compraban hace seis años.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer su reporte de inflación para el cierre de marzo de 2024 donde se señala que cerró en México con 4.42 por ciento luego de que en febrero del mismo año se ubicó en 4.40 por ciento, lo que representa un incremento de .2 por ciento.
El Economista consideró que el indicador de inflación que da el Instituto está fuera de tiempo y desactualizado, pues el indicador era eficiente antes y al inicio de la pandemia, pero debido a los cambios registrados de la conducta del consumidor, que se ha transformado, por lo que el indicador no refleja la realidad del movimiento de precios.
El Instituto está obsoleto en sus muestras de indicadores, por lo que debería actualizarse para reflejar la realidad que vive la economía de los ciudadanos, pues ahora ya no alcanzan a comprar los mismos productos con la misma cantidad de dinero con la que lo hacían hace seis años, muestra de que la inflación en ningún momento se ha detenido ni disminuido como se trata de reportar por el INEGI.
La inflación afecta de manera directa la canasta básica familiar porque influye en el poder adquisitivo de los mismos y las clases sociales más vulnerables son las más perjudicadas.