AGENCIA
Nacional.- El Gobierno de México, tras un análisis minucioso, ha manifestado que existen indicios de que el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas es o podría ser un perseguido político. Durante una reunión virtual extraordinaria con cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la canciller mexicana Alicia Bárcena expresó su preocupación por la situación de Glas, detallando la revisión a fondo que realizó México sobre el caso.
Bárcena recaló la indignación de México ante la irrupción violenta por parte de las autoridades ecuatorianas en su embajada en Quito, acción que culminó con la detención de Glas, quien había solicitado asilo político en la sede desde diciembre pasado. Según la funcionaria, no existe justificación para un acto de tal naturaleza que además compromete la dignidad del personal diplomático.
Refutando las alegaciones del gobierno ecuatoriano, Bárcena negó cualquier intento de fuga de Glas desde la embajada mexicana, subrayando la adhesión de México al derecho internacional y su tradición de ofrecer asilo político, con precedentes en Chile, Uruguay y Argentina.
La relación entre Ecuador y México se ha tensado tras declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la política ecuatoriana, particularmente en relación al asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio. Bárcena critica la reacción ecuatoriana a estas declaraciones, argumentando que existen medios diplomáticos más apropiados para expresar desacuerdos.
Jorge Glas, detenido recientemente y con antecedentes de encarcelamiento entre 2017 y 2022, enfrenta acusaciones por malversación de fondos en la reconstrucción de Manabí y otras condenas. Su situación legal y el reciente incidente diplomático marcan un punto crítico en las relaciones entre Ecuador y México, avivando el debate sobre la persecución política y los derechos humanos en el contexto latinoamericano.
