La United Launch Alliance (ULA) marcó el fin de una era con el exitoso lanzamiento del satélite espía NROL-70 para el Gobierno de EE.UU. desde Cabo Cañaveral, Florida. Despegando a bordo del legendario Delta IV Heavy, este lanzamiento no solo superó los contratiempos técnicos previos, sino que también cerró el capítulo de la icónica familia de cohetes Delta.
Desde su primera misión en 1960, los cohetes Delta han sido pioneros en la exploración espacial, llevando al espacio sondas como los rovers marcianos Sojourner, Spirit y Opportunity. El Delta IV Heavy, en particular, ha servido desde 2004, destacando por su impresionante altura de 71,6 metros y su papel crucial en misiones de seguridad nacional.
La misión NROL-70, encubierta en misterio, proporcionará “datos de inteligencia” esenciales para EE.UU., aunque los detalles exactos de su carga permanecen clasificados. Este lanzamiento no solo fue un logro técnico, sino también un momento emotivo para ULA, al ser el último vuelo del robusto Delta IV, que será reemplazado por el más económico y avanzado Vulcan Centaur.
Con el Vulcan Centaur ya en la línea de partida, prometiendo misiones desafiantes a una fracción del costo, ULA se prepara para una nueva generación de exploración espacial. El adiós al Delta IV marca el final de una importante página en la historia de la exploración espacial, pero también el amanecer de una nueva era en la aventura cósmica de la humanidad.