AGENCIA
Nacional.- La reciente ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, tras el incidente en la embajada mexicana en Quito, evoca episodios pasados donde México enfrentó situaciones similares con otras naciones. Estos momentos de tensión han estado influenciados por diferencias ideológicas y políticas, marcando la diplomacia mexicana a lo largo de la historia.
La crisis desencadenada por la detención del exvicepresidente Jorge Glas en la embajada de México, tras haberle concedido asilo político, refleja no solo una tensión bilateral sino también la fragilidad de las relaciones diplomáticas en contextos de conflicto político y jurídico. México ha tenido antecedentes de rompimientos diplomáticos por motivos ideológicos y de principios, como en los casos de España, Rusia, Chile, Nicaragua y, en menor medida, Guatemala.
México y Rusia en 1930 protagonizaron un rompimiento tras acusaciones de propaganda comunista y acciones consideradas intervencionistas por México, que culminaron con la expulsión de diplomáticos rusos.
México y Chile vieron su relación fracturada en 1974 cuando México, bajo la presidencia de Luis Echeverría Álvarez, cortó lazos con el régimen militar de Augusto Pinochet en repudio al golpe de Estado contra Salvador Allende.
México y España experimentaron un cese de relaciones diplomáticas en 1975, también durante la administración de Echeverría, debido a las tensiones políticas y la represión del régimen franquista.
México y Nicaragua rompieron relaciones en 1979 con el gobierno de Anastasio Somoza Debayle, en un contexto donde México cambió su postura para apoyar a los sandinistas.
En contraste, México y Guatemala tuvieron un incidente en 1958 que, sin llegar a un rompimiento total, generó tensiones significativas debido a acciones militares contra pescadores mexicanos.
La situación con Ecuador marca un nuevo capítulo en la historia diplomática de México, donde la irrupción en la embajada mexicana ha sido vista como una violación flagrante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Esta ruptura no solo afecta las relaciones bilaterales sino que también pone en evidencia las implicaciones profundas en la cooperación política, económica, científica y social entre las naciones.
En contraposición, la relación entre México y República Dominicana destaca como un ejemplo de cooperación continua y fortalecimiento de lazos, especialmente en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y delitos conexos desde 1997, celebrando más de un siglo de relaciones diplomáticas.
Estos antecedentes y el caso actual con Ecuador subrayan cómo las dinámicas diplomáticas de México han sido configuradas por sus principios políticos y valores, evidenciando la importancia de la diplomacia y el respeto internacional en la gestión de las relaciones entre estados.