AGENCIA
Nacional.- En los últimos años, México ha enfrentado diversas situaciones diplomáticas en Latinoamérica, con la designación de embajadores mexicanos como personas non gratas en países como Ecuador, Perú y Bolivia, en respuesta a cuestiones ideológicas vinculadas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y su movimiento conocido como la Cuarta Transformación.
El 4 de abril de 2024, Ecuador declaró persona non grata a la embajadora mexicana Raquel Serur debido a comentarios realizados por el presidente López Obrador sobre las elecciones de 2023 en ese país y el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. El mandatario mexicano criticó la vinculación injusta de la candidata ecuatoriana Luisa González con el asesinato de Villavicencio y culpó a los medios de comunicación.
Anteriormente, el 20 de diciembre de 2022, Perú expulsó al embajador mexicano Pablo Monroy después de que el presidente López Obrador se negara a reconocer a Dina Boluarte como la nueva mandataria peruana y otorgara asilo a la familia del expresidente Pedro Castillo, quien enfrenta acusaciones de rebelión y liderar una presunta red criminal desde su gobierno.
El 30 de diciembre de 2019, Bolivia declaró persona non grata a la entonces embajadora mexicana María Teresa Mercado luego de que México otorgara asilo político al expresidente Evo Morales en medio de tensiones políticas por el proceso electoral del país.
Estas situaciones no son únicas en la historia diplomática de México en la región. En el pasado, el gobierno mexicano ha declarado personas non gratas a diplomáticos de otros países, como Corea del Norte y Cuba, en respuesta a ensayos nucleares y señalamientos sobre derechos humanos, respectivamente.
Además, tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el expresidente Vicente Fox han sido declarados personas non gratas por gobiernos de otros países, como Perú y Venezuela, respectivamente, debido a críticas y declaraciones consideradas injerencistas o provocativas.
Estas situaciones evidencian la complejidad de las relaciones diplomáticas en Latinoamérica y la importancia del diálogo constructivo para resolver diferencias ideológicas y políticas entre países.
Si bien es cierto que los embajadores nombrados por AMLO y aprobados por el Senado son los primeros en ser declarados “non gratos”, también lo es que esa situación es generada por los excesos y caprichos de AMLO.
El prestigio diplomático obtenido por México en dos siglos de vida independiente, se está desplomando estrepitosamente.
El régimen morenista está denigrando la imagen de nuestro país en el mundo entero y está degradando al “servicio exterior mexicano”.