AGENCIA
Nacional.- En solo una semana, el número de incendios forestales en México ha experimentado un drástico aumento del 216%, según informes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Esta preocupante tendencia refleja una situación crítica que demanda atención inmediata.
El pasado 20 de marzo, se registraban 30 incendios activos que afectaban aproximadamente mil 610 hectáreas en 10 estados del país. Seis de estos siniestros ocurrieron en áreas naturales protegidas, requiriendo la movilización de 848 combatientes para controlar las llamas.
Sin embargo, la situación empeoró considerablemente hasta ayer, cuando se reportaron 95 incendios activos en 18 estados, impactando tres mil 49 hectáreas. De estos, 14 se localizaban en áreas naturales protegidas, con un contingente de cuatro mil 206 brigadistas trabajando arduamente para contener el fuego. Destaca el despliegue de seis equipos aéreos en Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Hidalgo, Estado de México y Veracruz para apoyar las labores de extinción.
Este aumento repentino de incendios representa un desafío aún mayor para la Conafor, dado que debe enfrentarlo con un presupuesto reducido. Desde el inicio del actual gobierno en 2018, se ha observado un deterioro constante en el financiamiento de la dependencia. En 2018, se le asignaron tres mil 991 millones de pesos, cifra que ha disminuido hasta alcanzar dos mil 672 millones de pesos este año, una reducción nominal del 33%.
La gravedad de la situación se refleja en las distintas incidencias reportadas en varios estados del país. En Veracruz, por ejemplo, el gobierno carece de recursos para atender a los afectados por los incendios recientes, dejando a la población como principal fuente de ayuda.
En el Estado de México, persisten 16 incendios activos, algunos de los cuales se sospecha que fueron provocados, generando una situación de riesgo para las comunidades circundantes. En Oaxaca, la magnitud de los incendios ha llevado a la evacuación preventiva de 12 familias, mientras que, en Hidalgo, tres incendios continúan activos, uno de ellos fuera de control.
La situación actual demanda una acción coordinada y urgente por parte de las autoridades a nivel federal, estatal y local, así como una reflexión profunda sobre la necesidad de asignar recursos adecuados para la prevención y combate de incendios forestales. La protección de nuestros ecosistemas y comunidades depende de medidas efectivas y oportunas ante esta creciente amenaza.