Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- En una situación preocupante, la región de Córdoba ha sido testigo de un fenómeno poco común: el cielo adquirió un tono amarillento debido a la intensa contaminación generada por los incendios en Nogales y Huiloapan, generando que mucha gente no saliera de sus hogares o anduviera con la nariz y boca tapada por el olor a quemado.
La tarde del lunes, la ciudad registró una temperatura de hasta 37 grados, todo esto derivado de la surada que entró a las 2 de la mañana y la cual, se dejó de sentir cerca de las 3 de la mañana, para posteriormente volver a sentir sus efectos cerca de la 1 de la tarde, trayendo consigo fuertes ráfagas de viento ocasionando que las palmeras se movieran de un lado a otro debido al fuerte viento de los efectos de la surada, mientras el aire traía consigo cenizas provenientes de los incendios de pastizales de algunas zonas de la región.
De acuerdo al informe emitido por Protección Civil, durante la madrugada, un árbol fue derribado por el viento, cayendo sobre la entrada de una vivienda, causando daños materiales, sin que se reportaran personas lesionadas.
Sin olvidar que en la avenida 1 un andamio ubicado en un tercer piso, amenazó con caerse todo esto derivado de las fuertes ráfagas; sin embargo, la zona fue acordonada por la Policía Municipal, así como Protección Civil, y por Tránsito Municipal, quienes desviaron la circulación por la calle 2.