AGENCIA
Nacional.- En el aeródromo de Atizapán de Zaragoza, la aeronave DC-3 Douglas, que alguna vez formó parte de la flotilla personal del icónico Pedro Infante, permanece abandonada y deteriorada, convirtiéndose en un mero “cascarón” de lo que alguna vez fue.
El aeropuerto estatal “Jorge Jiménez Catú”, ubicado en la Zona Esmeralda del municipio mexiquense, alberga esta reliquia histórica que, aunque aún se encuentra en pie, ha sufrido un notable deterioro con el paso del tiempo. Carece de elementos esenciales para su funcionamiento, como la puerta principal, vidrios, asientos y cables.
Esta aeronave, parte de la flotilla personal de Pedro Infante, llegó al aeródromo en el año 2010, pero debido a sus dimensiones que excedían los límites establecidos, no se le permitió el acceso a las instalaciones. Posteriormente, formó parte de una exposición de objetos personales del famoso cantante en el año 2014, sin embargo, la aeronave permaneció en el exterior del hangar, expuesta a las inclemencias del tiempo.
A pesar de su estado de abandono, el avión sigue siendo una fuente de inspiración para los estudiantes de las escuelas de piloto aviador que operan en el aeropuerto de Atizapán. El capitán Jesús Sánchez, con un impresionante récord de 14 mil horas de vuelo, señala que el avión es lo primero que ven al llegar al aeródromo.
El aeropuerto de Atizapán, aunque complicado para la aviación comercial, es utilizado para el ascenso y descenso de helicópteros, aviones pequeños y avionetas. Sin embargo, ha sido escenario de varios accidentes en el pasado, incluyendo el trágico fallecimiento del expresidente municipal de Tultitlán, José Antonio Ríos Granados, en 2007.
A pesar de su importancia histórica y su potencial como atracción turística, la aeronave de Pedro Infante continúa en estado de abandono, esperando una atención que restaure su legado y evite su total deterioro.