de la redacción
el buen tono
Xalapa.- Miguel Ángel Yunes Linares, ex mini gobernador, en medio de acusaciones de corrupción y desvío de fondos que pesan sobre él y su familia, ha desatado una serie de ataques dirigidos hacia Rocío Nahle, actual candidata a la gubernatura del estado.
El inicio de esta siniestra campaña coincide con la revelación de una “carpeta azul”, una recopilación de denuncias que incluyen acusaciones de corrupción, desvío de fondos y hasta casos de pederastia hacia la familia Yunes.
La existencia de esta carpeta ha generado una inquietud palpable en la familia Yunes, quienes ahora, en un acto desesperado por desviar la atención de sus propios problemas legales, arremeten contra la candidata Nahle.
Yunes Linares, conocido por su estilo político agresivo y por su histórico de confrontaciones, se perfila como el maestro de marionetas detrás de esta estrategia maquiavélica, y se aferra a la idea de mantener bajo llave los secretos oscuros de su administración y evitar que Nahle, con su compromiso con la transparencia y la justicia, ponga al descubierto las entrañas corruptas de su pasado político.
Esta campaña de desprestigio, sin embargo, no es más que una cortina de humo para ocultar la verdadera cara de la corrupción que ha marcado la política en Veracruz durante décadas.
Recientemente, Javier Duarte acusó a la fiscal Verónica Hernández Giadáns, de estar protegiendo a Yunes en obediencia al ex secretario de gobierno Patrocinio Cisneros, quien pactó con él para protegerlo.