AGENCIA
Internacional.- Este mes, Reuters informó que SpaceX, la compañía espacial liderada por Elon Musk, está llevando a cabo la construcción de una red de cientos de satélites espía bajo un contrato clasificado con una agencia de inteligencia estadounidense. Este hecho revela una profundización de los lazos entre la compañía y las agencias de seguridad nacional.
Según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, “Somos conscientes de los esfuerzos de Washington para atraer al sector privado al servicio de sus ambiciones espaciales”. Zakharova agregó que tales sistemas “se convierten en un objetivo legítimo de medidas de represalia, incluidas las militares”.
La red en cuestión está siendo construida por la unidad de negocios Starshield de SpaceX, bajo un contrato de mil 800 millones de dólares firmado en 2021 con la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), una agencia de inteligencia encargada de gestionar satélites espía.
Este proyecto muestra el alcance de la participación de SpaceX en proyectos de inteligencia y militares estadounidenses, evidenciando una mayor inversión del Pentágono en sistemas de satélites de órbita baja destinados a apoyar a las fuerzas terrestres.
Si el programa tiene éxito, mejoraría significativamente la capacidad del gobierno y el ejército de EE.UU. para detectar rápidamente objetivos potenciales en cualquier parte del mundo.
La información de Reuters revela que el contrato de SpaceX es para un nuevo y poderoso sistema de espionaje con cientos de satélites capaces de obtener imágenes de la Tierra que pueden operar como un enjambre en órbitas bajas, y que la agencia de espionaje con la que trabaja la empresa de Musk es la NRO.
Se ha descubierto que varias misiones de SpaceX han desplegado satélites que ni la compañía ni el gobierno han reconocido nunca. Dos fuentes anónimas, por motivos de seguridad, confirmaron a Reuters que se trataba de prototipos de la red Starshield.
Esta red forma parte de la intensificación de la competencia entre Estados Unidos y sus rivales para convertirse en la potencia militar dominante en el espacio, mediante la expansión de los sistemas de satélites espía lejos de las costosas naves espaciales en órbitas más altas.
