Agencias
Veracruz.- Las autoridades en Veracruz alertan sobre la creciente amenaza de intoxicaciones por plomo en la infancia, con un alarmante 14 por ciento de la población infantil de uno a cuatro años mostrando niveles elevados de este metal en la sangre. Este problema de salud pública persistente pone en riesgo el desarrollo y futuro de los niños en la región.
El estudio revela que la exposición al plomo sigue siendo un desafío significativo en México, afectando especialmente a las poblaciones más jóvenes y vulnerables. A nivel nacional, el 17.4 por ciento de los niños de uno a cuatro años sufre de intoxicación por plomo, lo que refleja una problemática extendida en el país.
La investigación resalta la urgencia de tomar medidas inmediatas y sostenibles para abordar esta preocupante situación. Además de identificar las causas de la exposición al plomo, es crucial establecer sistemas de monitoreo y vigilancia sólidos para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos, así como promover prácticas alimentarias saludables para reducir los riesgos de intoxicación por plomo en la infancia.
El estudio apunta que el porcentaje de niños de uno a cuatro años que presentaron niveles por arriba de 5 microgramos de plomo por decilitro osciló entre 37 y 10 por ciento:
- San Luis Potosí con 37 por ciento
- Tlaxcala con 36 por ciento
- Estado de México con 30 por ciento
- Oaxaca con 29 por ciento
- Ciudad de México con 28 por ciento
- Aguascalientes con 21 por ciento
- Morelos con 20 por ciento
- Veracruz con 14 por ciento
- Guerrero con 13 por ciento
- Zacatecas con 11 por ciento
- Michoacán con 10 por ciento
Los altos niveles de plomo en la sangre pueden tener consecuencias graves para la salud, especialmente en el desarrollo cerebral y el funcionamiento del sistema nervioso. Estos efectos incluyen la reducción del coeficiente intelectual, trastornos del comportamiento, envejecimiento prematuro del cerebro, anemia, daño renal y enfermedades cardiovasculares. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) destaca la urgencia de tomar medidas inmediatas y sostenibles para abordar esta problemática, advirtiendo que sin intervención, las generaciones futuras podrían experimentar un deterioro en su desarrollo neurológico e intelectual.
Las causas de la exposición al plomo son diversas, y aunque el uso de loza de barro vidriado para cocinar y almacenar alimentos es una fuente significativa, investigaciones recientes señalan que los alimentos contaminados también representan un riesgo para la salud. Un estudio realizado por varias instituciones, incluyendo la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y el Instituto Nacional de Rehabilitación, encontró niveles detectables de plomo en más del 18 por ciento de los alimentos, bebidas y especias comúnmente consumidos analizados, subrayando la necesidad de una mayor conciencia sobre esta problemática y medidas para mitigarla.