AGENCIA
Nacional.- La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) advierte sobre el preocupante inicio temprano del consumo de alcohol y tabaco entre la población mexicana, con algunos individuos comenzando a consumir estas sustancias entre los 10 y 19 años de edad.
El director de la Oficina Nacional para el Control de Alcohol y Tabaco de Conasama, Alejandro Tenorio Bello, subrayó la importancia de que el personal de salud brinde asesoramiento y acompañamiento especializado en prevención, atención y tratamiento de adicciones.
En este contexto, se ha lanzado el curso virtual titulado “Consejería breve para reducir el consumo de alcohol y tabaco desde el enfoque de competencias”, destinado a profesionales del primer nivel de salud y otros expertos en el campo. El objetivo es que desarrollen y apliquen competencias de consejería breve para apoyar a las personas en el proceso de cesación del consumo de tabaco o alcohol excesivo.
Sandra Patricia Avilés Soriano, subdirectora de la Oficina Nacional para el Control de Alcohol y Tabaco, destacó que el alcohol es la sustancia psicoactiva legal más consumida en México, con un patrón caracterizado por “baja frecuencia, pero altas cantidades de alcohol por ocasión”.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021 revelan que aproximadamente 43.9 millones de personas mayores de 20 años reportaron consumo de alcohol, siendo el 64.6 por ciento (%) hombres y el 40% mujeres. Además, el 8.4% señaló un consumo excesivo semanalmente. Entre los adolescentes de 10 a 19 años, se reportaron 4.6 millones de consumidores de alcohol.
Entre los daños a la salud asociados con el consumo nocivo de alcohol se encuentran enfermedades como la cirrosis hepática, cáncer colorrectal, cáncer de boca, cáncer de mama, tuberculosis y enfermedades hipertensivas.
Por su parte, José Alberto Gómez García, consultor nacional para el Control de Tabaco en México de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que a nivel mundial el tabaco provoca ocho millones de muertes anuales, siendo siete millones por consumo directo y 1.2 millones por exposición al humo de tabaco.
A pesar de la reducción en el consumo de tabaco en las últimas dos décadas, la lucha contra esta adicción sigue siendo una prioridad de salud pública. Entre 2009 y 2023, se observó una disminución significativa en la exposición al humo de tabaco en hogares y espacios públicos, y más del 50% de las personas fumadoras han intentado dejar de fumar.
Se enfatiza en la importancia de la motivación para dejar de fumar y la intervención de múltiples profesionales para alcanzar una eficacia óptima en la cesación tabáquica.