AGENCIA
Japón.- Una estudiante japonesa de 13 años ha desempeñado un papel crucial en la identificación de un ejemplar disecado del extinto lobo japonés, que durante mucho tiempo había sido erróneamente clasificado como un tipo de perro salvaje en el almacén de un museo en Tokio.
Hinako Komori, la estudiante en cuestión, fue la primera en sospechar que el espécimen en cuestión podría ser un lobo japonés. Cuatro años después, ella figura como autora junto a los investigadores del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Ueno en un artículo recientemente publicado sobre el hallazgo.
El descubrimiento se inició cuando Komori visitó un evento especial en un almacén del museo ubicado en la ciudad de Tsukuba, al noreste de Tokio. Al ver el ejemplar, le recordó al lobo japonés que había visto en ilustraciones. La investigación posterior confirmó que, de hecho, se trataba de un lobo japonés que data de más de 100 años.
A pesar de su corta edad, Komori ya estaba interesada en el lobo japonés desde la escuela primaria. Su pasión la llevó a estudiar las características de esta especie visitando museos y estudiando libros y enciclopedias sobre el tema.
Durante sus investigaciones, Komori descubrió que el animal no había sido estudiado en profundidad, así que comenzó su propio estudio, consultando a expertos y revisando registros antiguos en museos y otras instituciones.
Sus hallazgos fueron tan significativos que ganaron un premio del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología. Posteriormente, una académica la invitó a escribir un artículo científico sobre su investigación.
El Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Ueno, que alberga especímenes de valor histórico, incluido el ejemplar del lobo japonés en cuestión, se enorgullece de contar con la contribución de Komori. Cada año, el museo sigue agregando a su catálogo, que ya supera los cinco millones de objetos, y en 2023 llevó a cabo una exitosa campaña de ‘crowdfunding’ para gestionar su colección.