AGENCIA
La Habana.- El Gobierno de Cuba ha anunciado que a partir del próximo viernes se implementará un aumento masivo en los precios minoristas de los combustibles, que originalmente estaba programado para entrar en vigor el 1 de febrero, pero fue pospuesto debido a un ciberataque.
Esta medida, que forma parte de un plan de ajuste más amplio que incluye incrementos significativos en las tarifas del agua, la electricidad y el transporte interprovincial, tiene como objetivo reactivar la economía nacional y reducir el abultado déficit público que enfrenta el país desde hace tres años.
Según medios oficiales, el anuncio se realizó en una conferencia de prensa en la que participaron dos ministros, pero no se extendió la invitación a los medios internacionales acreditados en la isla.
Una vez que entre en vigor el aumento, el precio de la gasolina regular pasará de los 25 pesos (CUP) actuales a 132 (equivalente a 0.21 dólares a 1.1 dólares, al cambio oficial). Esto significa que un cubano deberá pagar 5 mil 280 CUP (44 dólares) para llenar un tanque de 40 litros, mientras que el salario promedio estatal apenas supera los 4 mil 200 CUP (35 dólares).
Además del aumento en los combustibles, también se aplicarán incrementos en las tarifas del agua y la electricidad. Sin embargo, el aumento del transporte interprovincial y del cilindro de gas licuado se pospondrán por el momento.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, reconoció que esta medida tendrá un impacto inflacionario en la economía, pero aseguró que el Gobierno ha tomado decisiones para atenuar este efecto, como no aplicar las subidas previstas a los mayoristas.
El Gobierno cubano había asegurado anteriormente que estas medidas se aplicarían con el apoyo a los colectivos vulnerables, aunque no se ha especificado públicamente quiénes son ni cómo serán ayudados.
Estos ajustes económicos forman parte de un plan más amplio para corregir las distorsiones en la economía cubana y reducir el déficit público, que se ha mantenido en cifras rojas por quinto año consecutivo. La isla enfrenta una grave crisis económica debido a la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y decisiones en la política macroeconómica nacional.
