México.- Hace 36 años, un caso similar al de la familia Lobato Campos ocurrió en la Ciudad de México, cuando el nieto del político Gilberto Flores Muñoz, lo asesinó junto con su esposa en un altercado por la herencia familiar.
La mañana del 6 de octubre de 1978, el político nayarita Gilberto Flores Muñoz hombre cercano al presidente Adolfo Ruiz Cortines y su esposa, la escritora Asunción Izquierdo, aparecieron asesinados a machetazos en su domicilio de la Ciudad de México.
Gilberto Flores era el director de la Comisión Nacional de la Industria Azucarera y había sido senador de la República, gobernador de su estado natal y secretario de Agricultura, entre otros cargos.
El paralelismo del caso de Flores Muñoz y Luis Lobato Campos es de resaltarse: ambos asesinados dentro de una propiedad privada, ultimados junto con sus cónyuges, ambos políticos y ex Senadores de la República, uno victimado a machetazos por su nieto y el otro a balazos por su hijo.
En el caso de Flores Muñoz, cinco días después del hallazgo de los cadáveres, Gilberto Flores Alavez, nieto de las víctimas, se confesó culpable de haber asesinado cruelmente a sus abuelos. El horrible homicidio cometido se pudo esclarecer gracias al descubrimiento que hicieron elementos de la policía, quienes encontraron la lima con que Gilberto afiló burdamente el machete homicida.
El doble crimen, que en apariencia se resolvió con el encarcelamiento de Gilberto Flores Alavez, nieto de la pareja y acusado como culpable, constituyó uno de los acontecimientos más sonados de la crónica policíaca mexicana.
Después de 12 años en prisión, Gilberto Flores Alavez asegura que fue víctima de una “conjura criminal” orquestada por un grupo de jefes policiacos que estuvieron involucrados en el narcotráfico, el secuestro y los asaltos bancarios; por lo que a la fecha, ratifica de manera categórica que jamás privó de la existencia a sus abuelos paternos.
El caso fue documentado por el escritor y periodista Vicente Leñero en su libro Asesinato.
Cabe recordar que hoy por la tarde José Luis Lobato Campos fue asesinado junto con su segunda esposa dentro de su negocio Bosques del Recuerdo, presuntamente por una disputa familiar.
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