AGENCIA
De los 12 alpinistas de Guadalajara que se aventuraron a ascender el Volcán Pico de Orizaba el domingo 18 de febrero, solo nueve lograron descender con vida, pero no sin pagar un alto precio. La mayoría de ellos presenta quemaduras de tercer grado por congelamiento en extremidades, resultado de la exposición prolongada a temperaturas extremas en la montaña.
Una de las alpinistas, identificada como Andrea Ivonne Hernández Maciel, de 41 años y residente de Guadalajara, fue trasladada de urgencia e intervenida quirúrgicamente en un Hospital IMSS Especialidades de Jalisco. Hernández Maciel presentaba necrosis en ambas manos y una rodilla, resultado del congelamiento sufrido durante varias horas en la cima del Citlaltépetl.
El grupo, perteneciente a la agrupación “Barracracks”, se enfrentó a condiciones climáticas adversas que los desorientaron tras alcanzar la cima, dejándolos perdidos en la montaña. Dos alpinistas perdieron la vida en el incidente, incluido el guía del grupo, mientras que uno más sigue desaparecido hasta el momento.
Según informes, Andrea Ivonne Hernández Maciel fue apoyada para descender la montaña y fue inicialmente llevada a un hospital en Puebla. Sin embargo, debido a la gravedad de su estado de salud, fue trasladada al Hospital IMSS Especialidades de Jalisco, donde fue sometida a una intervención quirúrgica urgente debido a las lesiones en sus manos.
La montañista se encontraba en riesgo de amputación de los dedos debido a las quemaduras de tercer grado sufridas en las manos, producto de la exposición prolongada al frío extremo en la cima del Citlaltépetl.
Familiares de Hernández Maciel expresaron su preocupación por su estado crítico de salud, temiendo la posibilidad de la amputación debido al daño irreversible en sus manos.
El grupo de alpinistas ha señalado que esta no era su primera expedición al Pico de Orizaba, habiendo ascendido la montaña en al menos tres ocasiones anteriores. Sin embargo, esta vez, las condiciones climáticas desfavorables los llevaron a perderse después de alcanzar la cima, a pesar de las advertencias meteorológicas.
Lo que comenzó como una expedición deportiva y recreativa se ha convertido en una tragedia para los alpinistas de Guadalajara, con nueve de ellos gravemente lesionados, dos fallecidos y uno aún desaparecido.
La comunidad alpinista y las autoridades locales continúan las labores de búsqueda y rescate en la zona, mientras las familias de los afectados esperan ansiosamente noticias sobre sus seres queridos.