AGENCIA
Chile.- El helicóptero en el que viajaba el ex presidente chileno Sebastián Piñera y que sufrió un accidente fatal al precipitarse en el Lago Ranco, en el sur de Chile, ha sido reflotado este sábado por personal de la Armada de Chile en colaboración con buzos de una empresa privada.
Las labores de extracción iniciaron a primera hora de la mañana y se prolongaron durante toda la jornada. En la operación participaron la Armada, los rescatistas privados, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la Fiscalía de la región de Los Ríos y Carabineros.
Según informes de la prensa local, la barcaza que transporta el helicóptero, cubierto con una especie de manta negra, será llevada al puerto de Futrono, a los pies del mismo lago, donde la aeronave será entregada a la DGAC. Esta institución se encargará de trasladarla hasta la comuna de Cerrillos, en la región Metropolitana, donde se encuentra la capital, Santiago. Carabineros, por su parte, supervisará la seguridad durante el traslado.
El Robinson R44, matriculado como CC-PHP y propiedad de Piñera desde 2006, se precipitó en el Lago Ranco, un exclusivo balneario donde el ex presidente pasaba sus veranos junto a su familia. Aunque las tres personas que viajaban con él lograron sobrevivir, la autopsia confirmó la muerte de Piñera por ahogamiento. La Fiscalía continúa investigando las circunstancias del accidente.
Últimos peritajes revelan que no hubo llamadas de emergencia desde la aeronave ni un registrador de vuelo, lo que habría proporcionado información crucial sobre los últimos momentos del vuelo. Bautista Guerrero, uno de los acompañantes en el fatídico viaje, describió que todo ocurrió muy rápido y que Piñera tomó medidas para salir del helicóptero antes de que se hundiera.
Sebastián Piñera, quien gobernó Chile durante dos mandatos no consecutivos, es el segundo expresidente chileno en fallecer desde el retorno a la democracia en 1990. Su mandato estuvo marcado por importantes acontecimientos, como el terremoto de 2010, el rescate de los 33 mineros y el estallido social de 2019.