En el corazón de la identidad mexicana yace un legado constitucional sólido que ha guiado a la nación a lo largo de su tumultuosa historia. Este año, marcamos con orgullo los aniversarios de dos hitos fundamentales: la Constitución de 1857 y la Constitución de 1917, pilares de nuestra democracia y testamentos de la valentía de aquellos que forjaron nuestro camino hacia la libertad y la justicia.
Hace 165 años, el 5 de febrero de 1857, la Constitución de 1857 fue promulgada, estableciendo principios que aún resuenan en nuestros corazones. Este documento visionario proclamó los derechos individuales, la separación de la iglesia y el estado, y el establecimiento de un sistema republicano, sentando las bases para la construcción de una nación basada en la justicia y la igualdad.
Años más tarde, en el convulso contexto de la Revolución Mexicana, se gestó otro hito histórico: la Constitución de 1917. Promulgada el 5 de febrero de ese año, esta nueva carta magna reflejaba las aspiraciones de un pueblo que buscaba equidad, justicia social y el respeto a los derechos laborales. La Constitución de 1917 no solo consolidó los ideales de la Revolución, sino que también sentó las bases para un México más inclusivo y moderno.
En este aniversario doble, es esencial reflexionar sobre la evolución de nuestras instituciones y recordar el coraje de aquellos líderes visionarios que se atrevieron a soñar con un México más justo. La Constitución de 1857 nos legó la libertad individual, mientras que la de 1917 nos recordó la importancia de la justicia social y la igualdad.
Hoy, en un mundo que sigue transformándose, es imperativo que honremos estos aniversarios constitucionales con un compromiso renovado hacia la consolidación de una sociedad que respete y proteja los derechos de todos los ciudadanos. Celebremos nuestro pasado, aprendamos de él y trabajemos juntos para construir un futuro donde la democracia, la justicia y la igualdad continúen siendo los pilares de nuestra nación.
¡Felices 165 años a la Constitución de 1857 y 107 años a la Constitución de 1917! Que sus principios perduren y sigan guiando a México hacia un futuro lleno de prosperidad y unidad.