Querétaro.- Ganar por la mínima diferencia hizo que los asistentes cantaran “Cielito Lindo”. Así de noble es el respetable, que soportó 88 minutos de poco espectáculo.
México comenzó con demasiadas imprecisiones, que fueron aprovechadas por Panamá y que ocasionaron cierto peligro en el marco defendido por Alfredo Talavera.
Fue hasta el minuto 27, cuando el Tricolor pudo animar a la gente que casi llenó las tribunas del Estadio La Corregidora.
El portero panameño, Óscar Macfarlane quiso lucirse en una salida, pero perdió el balón, y por poco Javier Hernández hace un gol desde las afueras de la media luna, pero apareció el defensa Leonel Parris
para salvar en la línea.
Al descanso, los dos equipos se fueron sin hacer daño y con un ligero reproche de los aficionados, que deseaban ver mayor superioridad del Tri sobre el terreno de juego.
Para la parte complementaria, la escuadra mexicana trató de empujar más, lo lograron, pero la claridad la dejaron en el vestidor. Las patadas seguían en el campo, ambas escuadras se tenían ganas, pero el fútbol no apareció de manera regular.
Oribe Peralta tuvo la más clara en el transcurso del segundo tiempo, sin embargo, su remate con la cabeza se fue muy desviado del marco de La Roja. Al minuto 88, el guardameta panameño no se pudo quedar con la pelota, Érick Torres estaba atento al error, y así fue como pudo dañar el marco de La Roja, que ya se daba por bien servido con la igualada, pero el joven jugador apareció para salvarle el juego a México y poder despedirse de la mini gira por el país con otro triunfo.
El duelo dejó mucho para el análisis, pero los aficionados salieron contentos por el único gol que vieron en el campo de su Selección, que dice adiós al año en suelos mexicanos,
con el triunfo sobre Panamá.
AGENCIA