Agencias
México.- El Tramo 5 del Tren Maya, que conecta Cancún y Tulum, está siendo aceleradamente construido con el objetivo de ser inaugurado en febrero, según los tiempos establecidos por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, activistas del movimiento Sélvame del Tren alertan sobre la afectación de numerosas cavernas, algunas recubiertas y otras dañadas, a lo largo del tramo. Entre las cuevas afectadas se encuentra “El Escondrijo”, que contenía vestigios arqueológicos y ahora está completamente tapada, y el acceso a “Dama Blanca” que ha sido destruido.
Según el hidrólogo Guillermo D’Christy, al menos 122 cenotes y cavernas han sido afectados a lo largo del Tramo 5 Sur, una zona con una alta densidad de cavidades kársticas. Además de la afectación a las cavernas, los activistas denuncian que el megaproyecto ha devastado más de 10 millones de árboles en la selva maya en la Península de Yucatán, impactando el hábitat de jaguares y otras especies en peligro de extinción. Además, señalan que las obras en este tramo son ilegales, ya que se están instalando miles de pilotes que no están contemplados en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2022.
Las denuncias de activistas resaltan la preocupación por los impactos ambientales y culturales del Tren Maya, un proyecto que ha sido objeto de controversias y protestas desde su inicio.