En un movimiento sin precedentes, más de 250 multimillonarios y millonarios han unido sus voces en una carta abierta titulada “Proud to Pay More” durante el Foro Económico Mundial de Davos. En esta carta, instan a los líderes políticos a gravar más a los “ultrarricos” como ellos mismos, con el objetivo de combatir la creciente desigualdad económica.
Figuras destacadas como Abigail Disney, heredera de la compañía de animación, y Valerie Rockefeller respaldan la petición, argumentando que un aumento en su contribución no afectará significativamente su calidad de vida ni perjudicará a las generaciones futuras. Más bien, sostienen que esta medida canalizará una riqueza “excesiva e improductiva” hacia inversiones que beneficiarán a un “futuro democrático en común”.
En la exposición de motivos, los firmantes destacan que la desigualdad económica ha alcanzado un “punto de inflexión” que amenaza la estabilidad económica, social y ecológica. Aseguran que los beneficios de las actuales políticas económicas favorecen desproporcionadamente a los más ricos y llaman a los líderes políticos a tomar medidas concretas.
La carta desafía la idea de las “trickle-down economics” al afirmar que estas no se han traducido en una mejora tangible para la sociedad. En su lugar, señalan salarios estancados, infraestructuras en ruinas, servicios públicos deficientes y una amenaza a la institución misma de la democracia como resultados de dichas políticas.
Los firmantes concluyen llamando a la acción inmediata, destacando que el impacto positivo de gravar más a los ultrarricos se traducirá en una sociedad más equitativa y resistente. Este llamado, desde la élite económica misma, resuena como un hito significativo en la lucha contra la creciente desigualdad global.