AGENCIA
Tuxtla Gutiérrez.- La desaparición de Dan Josué Rosales Tzunún y nueve de sus empleados, todos originarios de Cuyotenango, Suchitepéquez, Guatemala, ha generado preocupación y conmoción en medio de un contexto de creciente violencia en la frontera entre Guatemala y México, especialmente en Frontera Comalapa, Chiapas. Rosales, de 30 años, se había destacado en la venta de pollitos de traspatio y decidió expandir su negocio hacia Chiapas.
El pasado 16 de noviembre, la ruta de reparto de Rosales y su equipo se volvió inusual, desapareciendo en circunstancias desconocidas. La región en la que operaba se ha vuelto un escenario complicado debido a la disputa territorial entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, así como la presencia de un cártel guatemalteco llamado “Los Huistas”.
La violencia en Frontera Comalapa ha escalado en los últimos tres años, con enfrentamientos, desapariciones, éxodos de personas, asesinatos, feminicidios y actividades delictivas como el “cobro de piso”. La población local ha evidenciado la difícil situación a través de videos que muestran la escasez de clientes en diversos negocios.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) hasta el 30 de diciembre de 2023, hay mil 043 personas desaparecidas en Chiapas. En todo México, la cifra asciende a 113 mil 048. La violencia generalizada en el país se refleja en el registro de 31 mil 532 homicidios durante el año pasado.
La desaparición de los comerciantes guatemaltecos se da en un contexto de creciente presión diplomática y preocupación internacional por la situación en Gaza. La falta de seguridad en la región ha llevado a la Asociación de Constructores Electromecánicos a evitar trabajar en zonas como Frontera Comalapa, Chicomuselo y Motozintla, considerándolas ingobernables.
Familiares de los desaparecidos han denunciado que algunos de ellos han recibido llamadas de extorsión y temen por la seguridad de quienes aún no han regresado. La incertidumbre persiste, y la violencia en la región plantea desafíos significativos tanto para las autoridades mexicanas como para la seguridad de los habitantes y visitantes.