Adriana Estrada
El Buen Tono
Región.- Cada 5 y 6 de enero, en las panaderías mexicanas llevan a cabo el proceso de producción de la Rosca de Reyes, que es toda una tradición en la mayoría de las familias.
Don Braulio González Hernández, de abuelos panaderos, creció entre el olor del pan recién horneado, y fue así como nació su amor por la producción de pan artesanal, que es lo que le ha permitido continuar en este oficio tan noble.
Aunque en sus inicios, en 1970, la elaboración de pan era familiar, fue en 2006 cuando él se independizó y continuó con el negocio junto con su familia, pero con las mismas enseñanzas que aprendió en su crecimiento al lado del horno y la mesa de trabajo.
Cada año, como parte de la tradición, se elaboran roscas de Reyes, y estas empiezan a prepararse a partir del 2 de enero y hasta el día 8, fechas en las que los clientes ya saben que pueden encontrar este delicioso pan, además del de dulce y sal.
Pero el día 5 y 6 de enero, en nuestra panadería sólo se puede encontrar Rosca de Reyes en sus diferentes sabores: nuez, naranja y mantequilla, con pasta de concha y ate, así como los tradicionales muñecos que se encuentran dentro de este pan.
La elaboración de las roscas empieza desde las 05:30 horas, pero el proceso de cada una lleva en promedio dos horas, desde que se mezcla la harina, la leche, el huevo y la margarina. Se debe dejar reposar la masa, se adorna la rosca con su ate, pasta, muñecos y pedazos de nuez, y nuevamente debe reposar, para luego de media hora ingresar al horno.
El horneado de la rosca se hace a 250 grados, y tras un tiempo aproximado de 25 minutos, está lista para sacarse y ofertar al público, en sus diferentes tamaños: grande, con un costo de 220 pesos; mediana, 150 pesos; y chica, 70 pesos. Aunque también pueden elaborar tamaño jumbo.
Don Braulio siempre busca agradar el paladar de sus clientes, por lo que las roscas pueden ser elaboradas al gusto del que la pide.