AGENCIA
Internacional.- Según informes de medios estatales, Corea del Norte tiene la intención de lanzar tres nuevos satélites espías en 2024, después de lograr con éxito su primer lanzamiento el mes pasado. Esta ambiciosa meta fue establecida por el líder norcoreano, Kim Jong-un, al concluir una importante reunión plenaria de cinco días de su partido, según detalló la agencia estatal norcoreana KCNA.
“A partir de la experiencia del lanzamiento y operación exitosa del primer satélite espía en 2023 en el sector de desarrollo espacial, se reveló la tarea de lanzar tres satélites espía más en 2024 y se discutieron medidas integrales para estimular el desarrollo de la tecnología de la ciencia espacial”, señaló KCNA.
Este anuncio sigue al comunicado de noviembre en el que Corea del Norte afirmó haber puesto en órbita su primer satélite espía. Según Pyongyang, este satélite ya ha capturado imágenes de instalaciones militares estadounidenses en San Diego y Japón, así como del Canal de Suez en Egipto, entre otros lugares estratégicos.
Aunque Corea del Norte ha afirmado haber tomado imágenes de bases militares estadounidenses en Guam, aún no ha compartido públicamente ninguna foto obtenida por su nuevo satélite, lanzado con éxito el 21 de noviembre.
Al concluir la reunión de cinco días, Kim Jong-un destacó la importancia de fortalecer las capacidades militares del país y mencionó la necesidad de “desarrollar potentes equipos armados no tripulados y medios para la guerra electrónica” como parte de sus proyectos clave de defensa. El líder norcoreano expresó la urgencia de responder rápidamente a una posible crisis nuclear y movilizar todos los medios físicos, incluida la fuerza nuclear.
En 2023, Corea del Norte ha exhibido varias novedades armamentísticas, incluyendo un torpedo nuclear, un submarino con capacidad para lanzar varios misiles balísticos, su primer satélite espía y su primer ICBM (misil balístico intercontinental) de combustible sólido.
Además de sus avances militares, Pyongyang ha fortalecido sus lazos con Pekín y Moscú, ambos países han vetado nuevas sanciones contra el régimen norcoreano y han brindado ciertas garantías de seguridad, en un contexto global marcado por las tensiones en Israel y Ucrania, así como el creciente enfrentamiento entre autocracias y Estados democráticos.