Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- En las calles de Orizaba, niños y niñas provenientes de las zonas serranas, como Ixhuatlancillo, se sumergen en una tradición única: la danza de “Una limosna para este pobre viejo”.
Ataviados con vestimenta tradicional, las niñas lucen enagua tejida blanca y faldas de colores vibrantes, mientras que los pequeños visten pantalones de manta y jorongo, acompañados de máscaras de viejitos.
Al ritmo de la música distintiva, amplificada por una bocina, estos jóvenes artistas dan vida a la tradición en diversos puntos emblemáticos de la ciudad, desde la banqueta afuera de la catedral de San Miguel Arcángel hasta el parque Castillo y otros puntos de la calle Madero.