de la redacción
el buen tono
Orizaba.- El paso de la Caravana de Migrantes por nuestro país, ha dejado en evidencia la indiferencia gubernamental, pues los indocumentados padecen situaciones precarias en la búsqueda de una mejor vida en los Estados Unidos.
Mientras el presidente de México descansa en el Palacio Nacional, aquellos que han sido desplazados de sus países de origen debido al contrabando de armas estadounidenses, enfrentan no sólo la incertidumbre, sino también las duras condiciones de vida en las vías.
Y es que la migración, lejos de ser un problema aislado, es una consecuencia directa del contrabando de armas que emana de EU hacia los países. La facilidad con la que estas armas llegan a manos equivocadas contribuye a la violencia desenfrenada que, a su vez, obliga a muchos a abandonar sus hogares en busca de seguridad y estabilidad.
A pesar de ello, las autoridades mexicanas no confrontan a Estados Unidos, que llena de armas a los criminales que operan en México y Centroamérica, provocando el desplazamiento de miles de personas ante la inseguridad.
No obstante, el problema no se limita sólo al tráfico de armas. Las estrategias comerciales y de presión ejercidas por el gobierno estadounidense en nuestros países contribuyen significativamente a la generación de problemas económicos.
Estas prácticas, aparentemente orientadas a la obtención de beneficios para Estados Unidos, terminan por desestabilizar las economías locales, fomentando así la migración como única opción para miles de personas.