Laura A. García
El Buen Tono
Amatlán.- Los migrantes pasaron la Navidad en los campos Huilango, a diferencia de años anteriores, ahora los ayudaron, les dieron atención médica y alimentos. Ayer continuaron ahí, en espera de reactivar su caminata.
Los 380 migrantes, oriundos de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Colombia y Cuba, están en el lugar desde el pasado sábado, cuando llegaron caminando de Guadalupe La Patrona, donde pasaron la noche del viernes pasado.
Después de caminar varias horas durante mes y medio decidieron tomar un descanso el fin de semana, que coincidió con la Navidad; lo que les permitió recuperar fuerzas, especialmente a los pequeños, porque se fatigan.
Dijeron que sus pies y piernas les duelen debido a que varios caminan con chanclas, y eso los hace imprimir más fuerza a su paso, pues las carreteras que recorren están llenas de hoyos de diversos tamaños, lo que hace imperceptibles a quienes se trasladan en automóvil, ya que a pie luchan porque su calzado salga del lodo que se encuentran.
Para algunos menores, la situación, a ratos, les parece es un juego porque realizan carreritas, pero en la suma de los días sus cuerpos sienten el agotamiento, por ello les ha servido el descanso que tomaron.
Durante el fin de semana, personas altruistas les llevaron alimentos, juguetes y ropa.
Un buen número de migrantes salieron del campamento para recorrer la zona aledaña, mientras que la Guardia Nacional se mantiene cerca, a fin de custodiarlos, y garantizar su seguridad; esperan hoy nuevamente reactivar su caminar.